martes, 29 de diciembre de 2015

Concurso de foto La vida en 2Ruedas

“Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía 
que nos permita compartir la tierra”, Gabriel García Márquez


La Isla de la Piedra, Sinaloa, diciembre de 2015

Terminamos un año al que cada quien pondrá recuerdos, imágenes y momentos que lo colmaron o lo marcaron. Aprovechando las fechas decembrinas y antes de terminar un ciclo y comenzar otro, esta bloguera convoca a que nos compartan fotografías tomadas por ustedes mismos con el tema de la bicicleta y alguna frase, anécdota o experiencia relativa, al correo batosgarabatos@gmail.com, con fecha límite de este domingo 3 de enero a las 12 de la noche. No importa la cámara con que hayan tomado la imagen, la fecha o el lugar; la única condición es que sea de su autoría y esté relacionada de alguna forma con el ciclismo. Las mejores fotos serán publicadas en este espacio y la más destacada ganará un ejemplar del saboreable libro Diarios de bicicleta de David Byrne. Les dejo un ejemplo de una escena captada hace dos días en la Isla de la Piedra, en Sinaloa, junto con el deseo de un pleno 2016 para todos.

Un vistazo del premio:


PD. Esta publicación es absolutamente en serio, ya nada de bromas para los inocentes :)

lunes, 28 de diciembre de 2015

Decreta GDF “Lunes sin auto” en el Centro Histórico


El 26 de diciembre pasado se levantó la fase de precontingencia ambiental en la ciudad de México, por la que se canceló el Paseo Navideño Nocturno en Bicicleta. Foto Francisco Olvera / La Jornada

México, DF. A partir del 4 de enero de 2016, todos los lunes sólo podrán circular bicicletas y transporte público en el primer cuadro de la ciudad, donde se impedirá el paso a cualquier vehículo privado, según informaron en una conferencia de prensa conjunta el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y la secretaria de Medio Ambiente capitalina, Tanya Müller.

Mancera Espinosa indicó que la medida será implementada de manera permanente en el Centro Histórico capitalino y que buscará apoyo de otras áreas de gobierno para una difusión intensa, que permita fomentar aún más los transportes ecológicos, además de combatir los fuertes niveles de contaminación ambiental que asolan el Distrito Federal.

“Es tiempo de combatir de forma más efectiva la contaminación e incentivar el uso de la bicicleta y el transporte público. Empezaremos con todos los lunes del mes, cuando no podrán circular automóviles por el Centro Histórico. Veremos cómo funciona la medida y paulatinamente la iremos ampliando en la medida de lo posible, de forma funcional para una ciudad como la nuestra”, apuntó el jefe del gobierno.

La medida del GDF "Lunes sin Auto" está inspirada en la que hace unas semanas anunció Noruega para Oslo, que planea convertirse en la primera capital del mundo sin autos a partir de 2019, según recordó Mancera.

“No más paseos ciclistas cancelados por contaminación. Es tiempo de más bici y transporte público #LunesSinAuto”, publicó en su cuenta de Twitter la titular de la Sedema, Tanya Müller, en referencia al Paseo Navideño Nocturno en Bicicleta suspendido el sábado 26 de diciembre pasado, debido a la precontingencia ambiental.

En redes sociales se difundió ampliamente la etiqueta #LunesSinAuto, que causó numerosas reacciones de apoyo, aunque también amplias críticas entre los cibernautas.


Nota para los lectores: El Día de los Santos Inocentes "nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año", dijo Mark Twain. La noticia anterior es meramente ficticia y su único fin es jugar una pequeña broma de fin de año (que ojalá algún día tenga algo de verdad...)

lunes, 21 de diciembre de 2015

Enduro: un 'brinquito' al miedo

“Los peores embusteros son nuestros propios temores”, Rudyard Kipling

Vencer el miedo cuesta trabajo, pero más allá de él se abren mundos inesperados para el que da el paso, como al que accedió Addy Resendez, quien por mero azar se aventuró en el ciclismo de montaña, hace apenas cuatro años, y ahora es campeona nacional de Enduro 2015. En el trayecto, fue superando temores propios y retos físicos y sociales, sobre todo una discriminación hacia las mujeres dentro del ciclismo de competencia, de la que casi no se habla. Ahora, su propósito de año nuevo es impulsar el deporte femenino y su primer paso será una rodada principiante de montaña para mujeres el 17 de enero (más información y registro aquí).

Video: Agustín Salgado

Son las 7 de la noche y hemos quedado de ver a Addy (@adiposa) en un cafecito de la colonia Roma. El sol se escondió ya, cuando a lo lejos la vemos llegar. La escena hace voltear a más de un curioso, pues entre las calles ya oscuras se abre paso la joven de 32 años, montada en dos ruedas y escoltada por dos perros Alaska malamut –que más bien tendrían que ser Alaska mamut, por su impactante corpulencia–. Al llegar al café, como todo ciclista precavido, amarra con cuidado su bicicleta profesional al árbol más cercano y, junto, coloca a sus dos fieles guaruras de cuatro patas.

La entrevista transcurre entre sorbos de té chai, café, aullidos dignos de un lobo (de la pareja de canes “consentidos”, que en todo momento llama a alaridos a su dueña, para recibir una caricia), así como entre constantes interrupciones de viandantes que se sorprenden al ver a los perros y se detienen un momento a preguntar de qué raza son, cómo se llaman, si se pueden tocar sin miedo a perder la mano o cuántos años tienen.

La entrevista transcurre entre sorbos de té chai, café, aullidos dignos de un lobo y preguntas de los viandantes curiosos. Foto de la bloguera
La aventura comenzó cuando Addy compró a los dos “incansables” Alaska, que bautizó como Ookla y Sheri, y a los que por más que sacaba a correr y trataba de cansarlos, sólo se agotaba ella, porque necesitaban más y más ejercicio. Fue entonces cuando buscó por Internet deportes para la raza y encontró el mushing, que es la tracción de trineos con perros. De ahí se unió a un grupo en Cuautitlán Izcalli. “Como en todo deporte especializado en el país, eran pocas las mujeres que lo practicaban, y la mayoría sólo iba acompañando al esposo o novio”, cuenta la también publicista y especialista en diseño audiovisual.

Del mushing, encontró la subdisciplina del bikejöring, que es cuando una persona en patineta o bicicleta es impulsada por perros. Y del bikejöring, pasó al dryland: específicamente, un ciclista jalado por canes en una montaña. Así, entró a las terracerías y bosques del Ajusco, Cahuacán y Peña de Lobos y descubrió su amor por la velocidad y su pasión añeja por la montaña –ya que hace unos años fue guía boyscout–, y decidió empezar con el ciclismo de montaña.

La aventura comenzó cuando Addy compró a los dos “incansables” Alaska, que bautizó como Ookla y Sheri. Foto: Addy Resendez
Tiempo de encarar los reto-miedos...

El primer reto-miedo que la asaltó fue que “no conocía a nadie que hiciera montaña. Hasta ese momento, todo lo que había hecho era ciclismo urbanito, en bicis normalitas. El reto inicial fue conseguir a gente que supiera. “Pagar por que me guiaran no era una opción, porque mucho tiempo fui scout y hacíamos campamentos sin cobrar”, narra la joven con una pasión que la lleva a revivir escenas y emociones, reflejada en un brillo distinto que inunda sus ojos color avellana.

Con la idea de la montaña en mente y sus dos perros, hizo una búsqueda online de personas que se avocaran a la disciplina y sin afán de lucro. Se encontró con el grupo de People for Bikes, que salía “como cuates” a la montaña. El segundo reto-miedo que tuvo que encarar fue una especie de “discriminación por la bici que tienes. Yo tenía mi bicicleta, que según yo cumplía con los requisitos, pero cuando entras, te das cuenta que no es más que una bici de juguete”.

“No sé nada, yo quiero aprender”, dijo sin titubear cuando le preguntaron su experiencia. “La verdad es que me hacían un poquito el feo por mi bici y por ser mujer”.

"Me hacían un poquito el feo por mi bici y por ser mujer". Foto: César Montaño
En aquel entonces, compró una bicicleta “inalcanzable”, de carbón y tope de gama, que ya con descuento pagó en 28 mil pesos. Y comenzó a salir con el grupo. “Sí me daba miedo, pero quería hacerlo. Mi primera ruta de montaña, ya sin los perros fue una nocturna. No podía dejar de ir, porque si rechazaba, no me iban a volver a invitar. Así que, sin decir nada, me aventé y ellos no se enteraron que era mi primera vez. Ya cuando vi la ruta de día pensé en cómo le había hecho para bajar por ahí de noche”, platica Addy.

Después de la montaña, la ciclista se enteró de que también existía el Enduro, un tipo de ciclismo de montaña que combina el cross country (subidas y bajadas por caminos técnicos, pero muy sencillos) y el down hill (puro descenso con brincos y muy técnico). Y empezó a practicarlo.

El problema fue que de sus conocidos que hacían montaña, “nadie quería competir” y a ella se le metió la idea de hacer Enduro de manera profesional. Así que por tercera ocasión, prendió su computadora y buscó a profesionales en redes sociales. Y los encontró...

Sin embargo, apareció su tercer reto-miedo a vencer: no la invitaban a los entrenamientos porque era mujer y los hombres se justificaban diciendo que irían a una “ruta muy pesada”. Un tiempo, un ex novio que también competía entrenaba con ella, pero luego ya no. Con la idea fija de continuar y porque no le quedaba de otra, Addy montó sus dos corpulentos perros y su bicicleta a un transporte y empezó a irse sola a la montaña los fines de semana, actividad que tenía que emparejar con su profesión de publicista.

 Addy empezó a irse sola a la montaña los fines de semana, actividad que tenía que emparejar con su profesión de publicista. Foto: Addy Resendez
Desde 2012, cuando compró a sus dos canes y empezó con el ciclismo de trineo, hasta que inició con el ciclismo de montaña más en serio, pasó un año. En mayo de 2013 comenzó a practicar Enduro y en febrero de 2014 llegó “muy nerviosa y temblando” a su primera competencia en Amecameca (apodada en esos entonces como la Meca del Enduro), en la que eran 80 personas y sólo dos mujeres, ella y otra chica de Guadalajara, que fueron las primeras dos en competir en la disciplina en el país.

En esa primera competencia “me caí treinta mil veces, pero en lugar de pensar 'ya no quiero volver', mejor dije: 'me caí, pero quiero continuar, a pesar de los moretones'”, cuenta la publicista. Terminó la carrera 15 minutos más tarde que la otra mujer y “bien moreteada”, además de que ambas se perdieron en la montaña por un buen tiempo. La experiencia sirvió para que Addy palpara a la perfección sus siguientes reto-miedos: no tener la técnica adecuada de manejo, ni la mejor bicicleta, además del temor a los caminos más empinados y a las caídas. Pero siguió rodando...

Casi dos años más tarde, la ciclista se la vive en el Desierto de los Leones o en el Ajusco, con sus perros guardianes y su fiel bicicleta –ya una tercera, cuyo precio no quiere ni revelar en voz alta y sólo nos lo escribe en una servilleta–. Después de siete fechas, conquistó el campeonato de Enduro 2015 en primer lugar y los que no la invitaban a rodar, ahora no titubean en llamarla.
 "Es tiempo de quitarse el estigma de que las mujeres no podemos", dice la ciclista. Foto: Addy Resendez
Para ella, la “montaña es muy emocionante; todo un reto”, además de una experiencia satisfactoria, que mezcla sus pasiones: la naturaleza, la bicicleta y sus perros.

¿Qué recomienda a las mujeres que quieren empezar en el ciclismo o en el Enduro? Solamente que se les quite el temor: “dar ese brinquito al miedo”. Un consejo tan simple, pero a la vez tan profundo, que podría ser aplicable a cualquier situación en la vida de cualquier persona. “Nos vamos a caer en la montaña. Sí. Pero también en la ciudad. Es tiempo de quitarse el estigma de que las mujeres no podemos. Podemos hacer lo mismo que los hombres, claro, a otra velocidad, a otra fuerza, a otro tiempo, pero lo vamos a poder hacer”, dice con una seguridad que brota desde el estómago.

Desde que comenzó en el ciclismo de montaña, la meta de Addy fue “jalar más chicas, porque somos poquitas. Que ellas vean que estamos presentes para que se motiven. Este 2015, se juntaron más mujeres, porque descubrieron que el Enduro es divertido y conjunta naturaleza, competencia y hermandad”. Ahora, invita a todas las jóvenes, a las que les interese el ciclismo, a buscar a la gente que se dedica a eso y a buscarla a ella, porque “la verdad es que cuesta trabajo encontrar personas que lo hagan y además sean mujeres”. 

Para ello, organiza una rodada femenina básica este 17 de enero para chicas principiantes, que de plano “sólo se sepan montar a una bici”, en donde enseñará la técnica básica y a olvidarse de ese miedo-estrés que bloquea y no permite avanzar.








lunes, 14 de diciembre de 2015

Oslo: por una ciudad sin coches

“So I lit a fire, isn't it good, norwegian wood”, Los Beatles

Filipinos levantaron sus bicicletas el domingo 13 de diciembre, como estandarte para protestar contra el acuerdo climático alcanzado en la COP21 de París, ya que no incluye sanciones para . Foto Ap
Mientras mandatarios de todo el mundo celebraron el sábado pasado un "histórico", pero bastante nebuloso acuerdo global contra el cambio climático en la COP21 de París, Oslo emergió como una lucecita en aras de un mundo más sustentable, con una propuesta que pocos años atrás habría parecido más que utópica, pero ahora se cristaliza: a partir de 2019, la capital noruega será la primera del mundo libre de autos.

Varias preguntas o afirmaciones negativas surgen entre los escépticos ante el planteamiento, según se puede leer en los comentarios en redes sociales ante la noticia. Así podrían ser algunas de las respuestas, con base en la información del ayuntamiento de Oslo:
Oslo apuesta por el ciclismo. La capital noruega renta una bicicleta por 100 coronas noruegas (12 euros), las 24 horas del día, por un tiempo máximo de uso 3 horas seguidas. Foto visitoslo.com
1. ¿De qué se trata el plan? El nuevo gobierno municipal (una coalición del partido verde, el socialista y el laborista) tiene toda una propuesta integral y bien estructurada que apunta a reducir la mitad de sus emisiones contaminantes para 2020 y alcanzar una sociedad libre de combustibles fósiles para 2050; es decir, convertise en una ecociudad sustentable.

2. Suena muy bonito, pero ¿cómo le piensan hacer esos noruegos soñadores? Bueno, no es un sueño al aire. La iniciativa política coordina varias aristas:
  • Se prohibirá la circulación de vehículos privados en el centro de Oslo
  • Se construirán 60 kilómetros de carriles de bicicletas
  • Se invertirá en transporte público eficiente
3. Y los viejitos e incapacitados, ¿qué? Son los únicos que podrán circular en automóviles privados.

4. ¿Y los demás? Les quedan varias opciones: caminar, usar la bicicleta, el autobús y los tranvías, que podrán seguir circulando.

El uso del tranvía es parte del transporte verde de la capital noruega. Foto visitoslo.com 
5. ¿Cuánto les va a durar el numerito? Es una medida de carácter permanente; no sólo, una idea en lo que llega otro gobierno y la echa para atrás. No será como las iniciativas de París o México, que cierran un tramo del centro al tráfico vehicular un día a la semana; sino que se aplicará 24 horas, los 365 días del año. ¡De verdad una capital sin autos!

6. Seguro que lo pueden hacer porque son una ciudad con tres gatos: Pues no tres, pero sí son pocos comparados con otras capitales. Oslo tiene 600 mil habitantes y un total de 300 mil autos. No sería lo mismo aplicar la medida en megalópolis como París (16 millones de habitantes en la zona metropolitana) o la ciudad de México (poco más de 23 millones también en el área metropolitana, según el conteo del Inegi de 2010). Sin embargo, la capital parisina ha implementado exitosos modelos de "Un día sin auto" y la mexicana va en camino de que funcionen mejor sus programas al respecto. Es un inicio.

7. ¿Para qué hacer algo así, si pueden seguir cómodos en sus autos? Los noruegos piensan en la contaminación ambiental y en dejar de esperar a que los demás resuelvan su parte. Proponen poner su granito de arena para reducir sus propios gases de efecto invernadero a corto plazo, así como su uso de combustibles fósiles. Nos recuerdan que en 2012, 7 millones de personas murieron por la polución, según un estudio de la OMS.
8. ¿Por qué tomar la medida ahorita, si son pocos y no están contaminados ni nada? Y por qué no actuar antes y no esperar a tomar medidas de urgencia como París, que en marzo pasado tuvo que recurrir a un no circula de 24 horas. O como China, que apenas hace unos días decretó alerta roja por contaminación en una Pekín que se volvió, una vez más, una ciudad enterrada bajo el esmog, en la que cientos de sus ciudadanos tuvieron que correr a los hospitales por enfermedades respiratorias y otros tantos millones, quedarse en sus casas para no exponerse a los tóxicos del ambiente.

Pekín casi desapareció en una densa nube de esmog a finales de noviembre. Foto Reuters
9. ¿Qué otras ventajas tendrá eliminar los autos de Oslo? Además del factor ambiental, se estima que los accidentes se reducirán, por obvias razones; los noruegos harán más ejercicio y además fortalecerán su sentido de comunidad.

11. Deberían de hacer como Alemania, el rey de la tecnología automovilística. ¿Para qué usar la bici si se inventó el auto; no sería retroceder? Pues no es tan así... Mientras la industria alemana anda vendiendo automóviles con motores de diesel alterados, para que parezca que tienen menos emisiones, por todo el mundo, adentro del país nadie pensaría que los ciudadanos tienen más bicis que autos. En 2014, un 81 por ciento de  los hogares germanos tenía al menos una bici, mientras que un 77% poseía un automóvil. Y la tendencia crece

12. Noruega es un caso aislado. De ninguna manera. Es resultado de años de estrategias exitosas en varias capitales del mundo para promover el uso del transporte público, las piernas y la bicicleta, en detrimento de los autos.

Baste nombrar París, cuya alcalde Anne Hidalgo ha implementado una estrategia integral para prohibir los vehículos diesel para 2020 en el centro de la ciudad, aparejada del mejoramiento del transporte público y de las ciclovías, así como de la promoción del uso de la bici. Y bueno, ni hablar de Colombia, que se convirtió en el paraíso ciclista latinoamericano durante el gobierno del alcalde y amante de las bicicletas y de la botánica, Enrique Peñalosa, que considera que un ciclista con una bici de unos cuantos pesos es igual de importante que un automovilista con un coche de miles de pesos, quien por cierto fue recién relecto hace unos días y su programa contiene incentivar aún más el velocípedo.

Foto Reuters
Los anteriores son tan sólo dos ejemplos de iniciativas por el espacio del blog, pero podríamos seguir con varias orbes que invierten sus energías en esfuerzos similares para alcanzar la meta de más peatones, más ciclistas, más usuarios de transporte público y menos autos, como el caso de Helsinki, Hamburgo, Madrid, Bruselas, Milán, Londres, Copenhague, Roma, Johannesburgo y nuestra ciudad de México, que por más criticable que pueda ser la estrategia capitalina y tantas cosas que falten por mejorar, ya es un inicio.

El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y palpar la idea de un planeta libre de emisiones fósiles y, por lo tanto, un mundo menos contaminado. Como se mencionó en el Editorial del domingo de La Jornada: Para lograr este propósito no basta con la buena voluntad de los gobiernos participantes en cumbres como las referidas [la COP21]. Se requiere, en cambio, de la acción colectiva de los ciudadanos” y desarrollar estrategias conjuntas e integrales como usar menos autos, consumir menos, reforestar, desarrollar la conciencia social y de comunidad, entre tantas otras medidas que parecieran imposibles, pero ahí están, al alcance del granito arena de todos.

Cuando algunos piensan que el ave de un mundo más ecológico y en armonía con la naturaleza ya voló, iniciativas como la de Oslo encienden una lucecita que se suma a las demás de todo el globo.

Pero esto es tan sólo una opinión..., ¿ustedes qué piensan?, ¿cómo podemos respirar mejor y no ahogar nuestro futuro en un mundo grisáceo e irrespirable?

Una ciudad de México, bajo nivel de precontingencia ambiental. Foto José Antonio López / La Jornada

martes, 8 de diciembre de 2015

Bartali, la leyenda del Schindler ciclista

“Buscando el bien de nuestros semejantes, encontraremos el nuestro”, Platón



"El bien se hace, pero no se dice", fue una de las lecciones más valiosas que dio a sus hijos Gino Bartali (1914-2000), uno de los mejores y más célebres ciclistas del mundo, quien cumplió la máxima al pie de la letra hasta la tumba. Fue hasta después de su muerte en el año 2000, cuando se conoció que, con ayuda de su fiel bicicleta, se jugó la vida para salvar a 600 judíos de la persecución nazi, una historia no tan conocida como la de Oskar Schindler, quien cobijó a unos mil 200 hebreos durante el Holocausto, o la de Nicholas Winton, el británico que desvió el destino de cientos de niños checos de los campos de concentración.

Por su carácter algo seco y su voluntad de hierro, a Bartali lo apodaban Ginettaccio, que podría traducirse como Gino El Malo. Era una especie de héroe nacional italiano, ya que conquistó tres Giros de Italia y dos ediciones del Tour de Francia… Sin embargo, nadie imaginaba que durante sus entrenamientos por las carreteras de su natal Toscana, transportaba escondidos en los tubos del cuadro de su bicicleta y debajo de su asiento, fotografías y documentos para fabricar identidades falsas, que usarían cientos de judíos para escapar del regimen nazi, en una misión que se prolongó dos años (entre 1943 y 1944).


Me estoy entrenando”, solía responder sin ningún titubeo a cualquier policía que osaba detenerlo e interrogarlo en los caminos secundarios de la Toscana y de Umbría, ya que en tiempos de guerra estaba prohibida cualquier competencia, pero no el entrenamiento. El Ginettaccio avanzaba por las carreteras con un jersey con su nombre, por lo que recibía hasta efusivos saludos de los soldados, que lo reconocían como una estrella deportiva. En general, a casi nadie le parecía inusual verlo rodando, ya que para 1943 había ganado su primer Tour de Francia (1938), un triunfo que incluso fue ampliamente explotado por la propaganda del régimen de Mussolini. ¿Quién en su sano juicio dudaría del ciclista consentido del dictador, además miembro de la Acción Católica?


Bartali fue también uno de los últimos representantes del ciclismo clásico, en el que la capacidad física y la tenacidad contaban más que la técnica. En crónicas para el Corriere della Sera, se le describe bebiendo vino tinto y fumando entre las etapas del Giro de 1949, algo impensable en la actualidad.

En toda su carrera, Bartali conquistó 91 victorias, lo que marcó su nombre en la historia del ciclismo. Sin embargo, tras la guerra lo persiguió la acusación de ser el deportista de los fascistas, aquél apoyado por Mussolini. A pesar de ello, no buscó defender su nombre y, en vez de eso, guardó silencio y mantuvo el secreto de su heroica hazaña. 

Fue muchos años después, en 2003, cuando se descubrieron varios cuadernos de Giorgi Nissim, el judío que orquestó la operación de salvamento de hebreos italianos. En los apuntes, se narra la operación de una red clandestina dedicada a preservar cientos de vidas, cimentada en las piernas de acero del ciclista.


En septiembre de 2013, Gino Bartali recibió el reconocimiento israelí Justo entre las Naciones y actualmente se considera héroe nacional de Italia. Post mórtem, el deportis fue condecorado públicamente por un triunfo más, aunque no de tinte deportivo: el de salvar el destino de 600 personas, que de otra manera habrían terminado su vida quizá en Auschwitz, donde murieron 5 mil 595 hebreos italianos.

Hoy, vale la pena replicar una enseñanza más que dejó el ciclista a sus hijos: “Ciertas medallas se cuelgan en el alma, no en la chaqueta”.

Queda por aquí una de las piezas compuestas por Ennio Morricone para la miniserie de televisión italiana dedicada al ciclista: Gino Bartali - L'intramontabile:





miércoles, 2 de diciembre de 2015

De cronopios y ladrones de bicicletas

Después de enterarnos de una cantidad considerable de robos a ciclistas en la ciudad –tanto en las calles a mano armada, como en los trabajos y hasta dentro de los edificios o estacionamientos designados–, que llegó al extremo ayer con el hurto de la bicicleta valuada en 40 mil pesos del embajador alemán en México, Viktor Elbling, en pleno día, en plena explanada de Bellas Artes y en pleno Centro Histórico, sólo podemos decir, extrapolando una cita de Julio Cortázar: Cuidado, ladrones de velocípedos, no ocurra que “las bicicletas amanezcan un día cubiertas de espinas, que las astas de sus manubrios crezcan y embistan, que acorazadas de furor arremetan en legión contra” ustedes.

A continuación, el texto completo del escritor argentino dedicado, podría decirse, al ciclismo metafísico:

Vietato introdurre biciclette¹
Julio Cortázar

Ciclismo metafísico. Julio Cortázar posa en bicicleta en La Habana, Cuba, en 1980. Fotografía de Carol Dunlop 
En los bancos y casas de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas. Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa.

Para una bicicleta, ente dócil y de conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristal de la ciudad. Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social. Pero en absolutamente todos los países de esta tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos agregan: “y perros”, lo cual duplica en las bicicletas y en los canes su complejo de inferioridad. 

Un gato, una liebre, una tortuga, pueden en principio entrar en Bunge & Born o en los estudios de abogados de la calle San Martín sin ocasionar más que sorpresa, gran encanto entre telefonistas ansiosas o, a lo sumo, una orden al portero para que arroje a los susodichos animales a la calle. Esto último puede suceder, pero no es humillante, primero porque sólo constituye una posibilidad entre muchas, y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fría maquinación preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o de esmalte, tablas de la ley inexorables que aplastan la sencilla espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes. 

De todas maneras, ¡cuidado, gerentes! También las rosas son ingenuas y dulces, pero quizá sepáis que en una guerra de dos rosas murieron príncipes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre. No ocurra que las bicicletas amanezcan un día cubiertas de espinas, que las astas de sus manubrios crezcan y embistan, que acorazadas de furor arremetan en legión contra los cristales de las compañías de seguros y que el día luctuoso se cierre con baja general de acciones, con luto en veinticuatro horas, con duelos despedidos con tarjeta.

¹Tomado de Cortázar, J. (2000). Historias de cronopios y de famas, Madrid, Alfaguara, p. 32.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Migrar por el Ártico en bicicleta

Con cariño, para la matemática siria Yori, 
que ahora vive en Bélgica.

Es tiempo. Ahora o nunca. Debes salir de Siria. No hay muchas opciones. Ni siquiera eres musulmana; tu fe es ortodoxa y aún así te atacan. Tienes estudios de Matemáticas por la Universidad de Damasco. No lo entiendes. ¡¿Por qué?! Hace 15 años todo pintaba distinto: próspero para tu familia. Ahora, tu pueblo natal no tiene ya ni luz. Seguro tu hermana que vive en Berlín te va a ayudar. Pero, ¿cómo alcanzarás la tierra prometida, sin pasar por el cementerio en el que se ha convertido el Mediterráneo? Quizá cruzar el Ártico en bicicleta es tu mejor opción, según te cuenta un amigo de la infancia por Facebook.


Video: Afp

Te gusta leer, estar al tanto. Como has podido, te has enterado de las noticias y los conocidos de tus conocidos te han relatado historias de horror en el Mediterráneo, por donde han cruzado este año 850 mil 571 refugiados (más de la mitad, sirios como tú), y en donde se han ahogado 3 mil 485 personas en el intento, según la cifra de Acnur del 19 de noviembre pasado.

En las páginas de Facebook de migrantes y refugiados, has leído vivencias que te enchinan la piel en el paso de Lampedusa y Lesbos. Has visto fotos de éxodos interminables de familias enteras cruzando a pie los Balcanes, para acabar hacinadas en lo que bien podrían ser campos de concentración, de los más tenebrosos tintes hitlerianos.

Migrantes cruzan en bicicleta la frontera entre Rusia y Noruega, en la estación fronteriza  en Storskog, en imagen del 16 de noviembre. Foto Jonathan Nackstrand / Afp

No. Ése no es tu destino. No serás una más que se resbala y se desploma por la borda de una balsa de plástico, en la que no cabe ya ni un alfiler. No serás uno más atorado en el limbo fronterizo entre Serbia y Hungría. Recuerdas como ayer, que hace 15 años tu sueño y el de tus amigos era ahorrar lo más posible y comprar un auto. Hoy, tu anhelo más preciado es preservar la vida.

Para ti en este momento, la única ventaja de que el presidente ruso Vladimir Putin apoye al régimen del sirio Bashar al Assad es que no necesitas más que pagar una visa de estudios o de negocios y un boleto de avión para llegar Moscú, lo que te costará unos mil 500 dólares. Mohamed, tu compañero de cuando eras niña, lo logró. Una vez ya en territorio ruso, por lo que te ha dicho, gastarás otros mil 500 dólares, que en realidad no significan mucho más de lo que te cobrarían unos turcos para llevarte en ferry, en una peligrosa travesía por el Egeo hasta Grecia.

Con esa cantidad, podrás ir de la capital rusa en tren hacia el norte, hasta un lugar llamado Murmansk. Repite: Mur-man-sk. Será importante que pronuncies bien. Deben entenderte a la primera. De ahí, te encaminarás a Nikel, ya a sólo una veintena de kilómetros de Noruega. Debes llevar varios euros, dice Mohamed, porque entonces comprarás una bicicleta de niño (más barata que la de adulto), fabricada improvisadamente por los rusos. La usarás para cruzar tan sólo 120 metros entre territorio ruso y noruego, al que entrarás de la manera más legal. Abandonarás tu transporte en un cementerio de bicicletas, mas no de humanos, donde será recogida al tercer día por las autoridades para ser despedazada.

Cementerio de bicicletas en la estación fronteriza noruega en Storskog, en imagen del 16 de noviembre. Foto Jonathan Nackstrand / Afp
Serás uno de los 4 mil refugiados que han aprovechado un vacío legal y han cruzado el Ártico en bicicleta este año, vía el puesto fronterizo de Storskog. En 2014, sólo diez personas lograron la hazaña, pero se ha corrido tanto la voz en redes sociales de la “hospitalidad noruega” y de “lo poco peligroso” que es migrar en bici, que cada día crece más la cifra.

¿Por qué en bici?”, le preguntas a Mohamed, quien te explica que es el único medio de transporte legal para atravesar, porque Rusia no permite el paso transfronterizo a pie; mientras que Noruega prohíbe que los migrantes entren en auto... Pero nadie dijo nada de pasar en dos ruedas. En ninguno de los dos países, al menos hasta ahora, la policía puede detener a quien traspase la frontera en bicicleta.



Debes apresurarte. Inicia diciembre y apremian las nevadas en el extremo norte europeo. Los refugiados “han visto la ruta como una entrada segura hacia Europa. Pero esto va a cambiar con el invierno. Se puede convertir en un camino extremadamente peligroso, incluso más arriesgado que cruzar el Mediterráneo en bote”, debido a las tormentas de nieve repentinas que podrían ser fatales para los ciclistas, según contó a la Afp el secretario de Estado noruego Joran Kallmyr, el pasado 12 de noviembre.

Mientras sigues dándole vueltas al plan, tu abuela te pregunta si estás segura de perder los ahorros de una vida y vender todo lo que posees, para aventurarte y llegar a una tierra donde no hay ni Sol. “No necesito Sol. Sólo necesito una vida normal”, le respondes, mientras empacas un mapa, una foto de tus padres, tres mudas de ropa y el abrigo más caliente que tienes en una bolsa negra de basura.


Bicicletas usadas por refugiados para cruzar la frontera entre Rusia y Noruega, en Storskog, en imagen del 16 de noviembre. Foto Jonathan Nackstrand / Afp

*El texto anterior es una historia ficticia, basada en testimonios reales de refugiados sirios.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Compartamos la calle

Como si no fuera de este mundo,
cogida con el corazón,
la mariposa”,
Yoga Buson

Cuentan que cada vez que resuena una campana, un ángel recibe sus alas. Este domingo, la esquina de avenida Reforma con Acuario se inundó con la música de las campanillas de varias bicicletas, al tiempo que estalló el conmovido aplauso de quienes asistieron a la protesta-happening, convocada en memoria de los ciclistas que han perdido la vida en las calles de la ciudad, en especial de Monserrat Paredes y Felipe Torres, que murieron arrollados esta semana.



Decenas de personas, algunas con girasoles o rosas en mano, otras con bicicletas por delante y cascos bajo el brazo, se organizaron en un círculo en torno a un pequeño memorial, en el que sobresalía una velita que emitía la luz de la vida y la esperanza. En el centro del altar, dominaba un esténcil de mariposa y otro con la leyenda “Compartamos la calle” (convertida en hashtag en redes sociales). Algunos aerosoles de colores esperaban inmóviles que más tarde la familia de Monserrat y los asistentes intervinieran Reforma con un colorido camino de mariposas.


#CompartamosLaCalle es el hashtag para exigir a la autoridad un programa de seguridad vial integral
“No se trata de buscar, linchar, ni vengarnos; en nuestros corazones no existe eso. Si la vida de mi hija va a servir para un verdadero cambio, debemos empezar todos. Y no se trata nada más de una niña, sino de cientos de familias de personas que han perdido la vida. Debe haber un cambio profundo y voy a pelear por ello”, aseguró el padre de Monserrat, Gabriel Paredes, quien se dijo indignado no sólo por su hija, sino por los miles de casos que han quedado en “el limbo” ante la autoridad. Por ello, afirmó estar dispuesto a comenzar proyectos para mejorar la seguridad vial, “desde el amor”, y a colaborar con quien esté interesado en ello, en una intervención que quebró hasta las lágrimas a varios de los asistentes.
El padre de Monserrat, Gabriel Paredes,  se dijo "indignado" por los miles de casos de ciclistas muertos que se han quedado en el "limbo" ante la autoridad
“Estamos rotos por los 22 ciclistas que han muerto este año” y también por las tres personas que fallecen cada día en la capital –según datos del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes–, aseguró Bicitekas, la organización convocante de la protesta que tuvo lugar en la puerta 8 de Chapultepec este 22 de noviembre, en el lugar en que la víctima de 22 años fue atropellada por un microbús que invadió el carril ciclista el martes pasado.
Varios asistentes al Paseo Dominical detuvieron su rodada para unirse a la protesta
Abrazar a las familias de las víctimas y lanzar un grito por la seguridad vial, fueron los objetivos de la manifestación ciudadana, en la que se leyó una carta dirigida al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera (@ManceraMiguelMX), y a otras autoridades capitalinas, y se les urgió a hacer ya un verdadero programa que respete la vida de todos y garantice la seguridad vial.
La familia de la ciclista atropellada pintó con esténcil la primera mariposa para "reclamar a la autoridad"
La organización ciclista estimó que es necesaria una inversión de al menos 200 millones de pesos en infraestructura en la ciudad en 2016, con el fin de mejorar la movilidad segura para peatones, ciclistas, automovilistas, transportistas y todo el que se traslade en la capital.

Al año mueren mil personas en accidentes de tránsito en la ciudad de México y por cada 10 de estos, al menos nueve son prevenibles, refirió Bicitekas, que recordó que “Todos cabemos en la calle” y llamó a “dejar de culpabilizar a las víctimas”, ya que “no somos adversarios” y “la ciudad no tiene por qué ser una selva”. Además, convocó a construir entre autoridades y ciudadanos un “espacio seguro para todos”.

La protesta se convirtió en esperanza; la muerte, en vida y las lágrimas, en sonrisas, cuando al terminar el memorial, los familiares de Monserrat y los asistentes a la manifestación intervinieron con el vuelo de coloridas mariposas un tramo del carril ciclista en avenida Reforma.


La madre de Monserrat escribió la leyenda "Eres mi ángel", en el lugar en el que fue atropellada su hija
*Más detalles en la nota de Agustín Salgado en La Jornada en Línea: "Reclaman garantías para ciclistas en el DF" 
**Más información sobre el tema en "Ponen en marcha campaña 'Ojo con el ciclista' en el DF"
***Fotografías de la bloguera.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

¡Ni un ciclista muerto más!

Protesta #NoMasCiclistasMuertos en el Zócalo capitalino, el 14 de marzo de 2015. Foto María Luisa Severiano / La Jornada

Iba del trabajo a la escuela en Ecobici en un día entre semana. Avanzaba por el carril ciclista. Eran más o menos las 6 de la tarde, cuando un microbús que hizo parada invadió la vía y la dejó prensada para después atropellarla. Y así, sobre avenida Reforma fue como terminó su vida a los 21 años, el martes 17 de noviembre. Sin embargo no; no es una cifra más. Al igual que los otros 200 ciclistas que pierden la vida al año en las calles de México cifra del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, tiene un nombre, una biografía, una familia que la esperaba en casa, amigos, un trabajo, anhelos y un proyecto de vida.

La muerte de Monserrat Paredes Alva desató una vez más una ola de indignación.

La organización ciclista Bicitekas convocó de inmediato a un acto de protesta este domingo a las 10 de la mañana, en la esquina de Andador y avenida Reforma, donde falleció la joven. Pidió a los asistentes llevar pinturas de colores vivos para hacer “un memorial para Monserrat e intervenir el carril y demandar respeto y acciones claras del gobierno”.



¡Transitar por la ciudad en bici o a pie NO puede seguir siendo un riesgo!”, se lee en la cuenta de Facebook de la organización, en un post que hasta el momento lleva 43 mil 767 likes, y contando...

Entre las personas que comentaron la publicación en la red social, está el padre de la difunta Gabriel Paredes: “Soy el papá de Montse y lo único que les puedo decir es que ella amaba la vida y jamás dañó a nadie”.

Monserrat Paredes, foto tomada de su Facebook

El Gobierno del Distrito Federal salió de inmediato a decir que no habría impunidad. La Procuraduría capitalina abrió una investigación por homicidio culposo contra quien resultara responsable, y empezó a revisar las cámaras aledañas al sitio del accidente. Menos de un día después, la PGJDF ya tenía una respuesta. En un comunicado, informó que identificó al chofer; peritos analizan su implicación en el crimen y en 48 horas se conocerá su situación legal. 

La pregunta obligada es: capturando al conductor e incluso en un supuesto idílico para algunos, refundiéndolo en la cárcel, ¿se evitarían más atropellamientos ciclistas?

No hay indemnización ni decisión jurídica que regrese vidas, pero sí hay muertes que pueden cambiar futuras decisiones”, escribió en un artículo de Vice Chantal Flores, cuyo cuñado, Gerardo Pedroza, murió arrollado por estas mismas fechas, pero hace un año, también al conducir una Ecobici.

¿Cómo se puede hacer que la muerte de Monserrat y la de los otros 200 ciclistas que pierden la vida al año no sea en vano?, es un cuestionamiento que debería girar en la mente de más de uno en estos momentos.

Posiblemente la respuesta nos la da la propia encuesta anual del programa gubernamental de la Ecobici... En su edición 2014, arrojó que la principal dificultad para andar en bicicleta en la ciudad es nada menos que la “falta de educación vial”. Entonces, el paso lógico sería atacar esta flaqueza.


Protesta #NoMasCiclistasMuertos en el Zócalo capitalino, el 14 de marzo de 2015. Foto María Luisa Severiano / La Jornada

Quizá, y es sólo una idea, es tiempo ya de dejar de concebirnos como bandos opuestos: ustedes los ciclistas que se suben a las banquetas y se meten por donde quiera en sentido contrario y por eso los atropellan; ustedes los automovilistas que se pasan los altos y echan lámina a todo el mundo y por eso nos atropellan; ustedes los motociclistas que no respetan a nadie y se meten por cualquier huequito, sin decir ni “agua va”; ustedes los peatones que se sienten los primeros de la cadena y hechos de plástico

Quizá es tiempo ya de no enfrascarnos más en una discusión a partir del argumento de “el otro tiene la culpa”, y mejor comenzar a pensar que todos los días se pierden vidas: vidas de peatones atropellados, de ciclistas aventados, de choferes que chocaron... y todas son igualmente importantes y salvables si empezamos a pensar en el otro como un igual.

Puede ser el momento de olvidar la idea del otro como un culpable y empezar a formular soluciones conjuntas para combatir el problema sustancial: la falta de educación vial del que anda en dos ruedas, en cuatro, a pie, en tráiler, en moto o en microbús.

Según como las autoridades construyan más y mejores ciclopistas; desarrollen estrategias más completas y efectivas de movilidad, y promuevan una educación más adecuada; sumado a la cultura vial que ejerzamos todos los que nos movemos en esta megalópolis, depende que dejen de morir personas en el asfalto día con día y logremos la meta de “Ni un ciclista muerto más”, “ni un conductor muerto más” y “ni un peatón muerto más”.