lunes, 14 de diciembre de 2015

Oslo: por una ciudad sin coches

“So I lit a fire, isn't it good, norwegian wood”, Los Beatles

Filipinos levantaron sus bicicletas el domingo 13 de diciembre, como estandarte para protestar contra el acuerdo climático alcanzado en la COP21 de París, ya que no incluye sanciones para . Foto Ap
Mientras mandatarios de todo el mundo celebraron el sábado pasado un "histórico", pero bastante nebuloso acuerdo global contra el cambio climático en la COP21 de París, Oslo emergió como una lucecita en aras de un mundo más sustentable, con una propuesta que pocos años atrás habría parecido más que utópica, pero ahora se cristaliza: a partir de 2019, la capital noruega será la primera del mundo libre de autos.

Varias preguntas o afirmaciones negativas surgen entre los escépticos ante el planteamiento, según se puede leer en los comentarios en redes sociales ante la noticia. Así podrían ser algunas de las respuestas, con base en la información del ayuntamiento de Oslo:
Oslo apuesta por el ciclismo. La capital noruega renta una bicicleta por 100 coronas noruegas (12 euros), las 24 horas del día, por un tiempo máximo de uso 3 horas seguidas. Foto visitoslo.com
1. ¿De qué se trata el plan? El nuevo gobierno municipal (una coalición del partido verde, el socialista y el laborista) tiene toda una propuesta integral y bien estructurada que apunta a reducir la mitad de sus emisiones contaminantes para 2020 y alcanzar una sociedad libre de combustibles fósiles para 2050; es decir, convertise en una ecociudad sustentable.

2. Suena muy bonito, pero ¿cómo le piensan hacer esos noruegos soñadores? Bueno, no es un sueño al aire. La iniciativa política coordina varias aristas:
  • Se prohibirá la circulación de vehículos privados en el centro de Oslo
  • Se construirán 60 kilómetros de carriles de bicicletas
  • Se invertirá en transporte público eficiente
3. Y los viejitos e incapacitados, ¿qué? Son los únicos que podrán circular en automóviles privados.

4. ¿Y los demás? Les quedan varias opciones: caminar, usar la bicicleta, el autobús y los tranvías, que podrán seguir circulando.

El uso del tranvía es parte del transporte verde de la capital noruega. Foto visitoslo.com 
5. ¿Cuánto les va a durar el numerito? Es una medida de carácter permanente; no sólo, una idea en lo que llega otro gobierno y la echa para atrás. No será como las iniciativas de París o México, que cierran un tramo del centro al tráfico vehicular un día a la semana; sino que se aplicará 24 horas, los 365 días del año. ¡De verdad una capital sin autos!

6. Seguro que lo pueden hacer porque son una ciudad con tres gatos: Pues no tres, pero sí son pocos comparados con otras capitales. Oslo tiene 600 mil habitantes y un total de 300 mil autos. No sería lo mismo aplicar la medida en megalópolis como París (16 millones de habitantes en la zona metropolitana) o la ciudad de México (poco más de 23 millones también en el área metropolitana, según el conteo del Inegi de 2010). Sin embargo, la capital parisina ha implementado exitosos modelos de "Un día sin auto" y la mexicana va en camino de que funcionen mejor sus programas al respecto. Es un inicio.

7. ¿Para qué hacer algo así, si pueden seguir cómodos en sus autos? Los noruegos piensan en la contaminación ambiental y en dejar de esperar a que los demás resuelvan su parte. Proponen poner su granito de arena para reducir sus propios gases de efecto invernadero a corto plazo, así como su uso de combustibles fósiles. Nos recuerdan que en 2012, 7 millones de personas murieron por la polución, según un estudio de la OMS.
8. ¿Por qué tomar la medida ahorita, si son pocos y no están contaminados ni nada? Y por qué no actuar antes y no esperar a tomar medidas de urgencia como París, que en marzo pasado tuvo que recurrir a un no circula de 24 horas. O como China, que apenas hace unos días decretó alerta roja por contaminación en una Pekín que se volvió, una vez más, una ciudad enterrada bajo el esmog, en la que cientos de sus ciudadanos tuvieron que correr a los hospitales por enfermedades respiratorias y otros tantos millones, quedarse en sus casas para no exponerse a los tóxicos del ambiente.

Pekín casi desapareció en una densa nube de esmog a finales de noviembre. Foto Reuters
9. ¿Qué otras ventajas tendrá eliminar los autos de Oslo? Además del factor ambiental, se estima que los accidentes se reducirán, por obvias razones; los noruegos harán más ejercicio y además fortalecerán su sentido de comunidad.

11. Deberían de hacer como Alemania, el rey de la tecnología automovilística. ¿Para qué usar la bici si se inventó el auto; no sería retroceder? Pues no es tan así... Mientras la industria alemana anda vendiendo automóviles con motores de diesel alterados, para que parezca que tienen menos emisiones, por todo el mundo, adentro del país nadie pensaría que los ciudadanos tienen más bicis que autos. En 2014, un 81 por ciento de  los hogares germanos tenía al menos una bici, mientras que un 77% poseía un automóvil. Y la tendencia crece

12. Noruega es un caso aislado. De ninguna manera. Es resultado de años de estrategias exitosas en varias capitales del mundo para promover el uso del transporte público, las piernas y la bicicleta, en detrimento de los autos.

Baste nombrar París, cuya alcalde Anne Hidalgo ha implementado una estrategia integral para prohibir los vehículos diesel para 2020 en el centro de la ciudad, aparejada del mejoramiento del transporte público y de las ciclovías, así como de la promoción del uso de la bici. Y bueno, ni hablar de Colombia, que se convirtió en el paraíso ciclista latinoamericano durante el gobierno del alcalde y amante de las bicicletas y de la botánica, Enrique Peñalosa, que considera que un ciclista con una bici de unos cuantos pesos es igual de importante que un automovilista con un coche de miles de pesos, quien por cierto fue recién relecto hace unos días y su programa contiene incentivar aún más el velocípedo.

Foto Reuters
Los anteriores son tan sólo dos ejemplos de iniciativas por el espacio del blog, pero podríamos seguir con varias orbes que invierten sus energías en esfuerzos similares para alcanzar la meta de más peatones, más ciclistas, más usuarios de transporte público y menos autos, como el caso de Helsinki, Hamburgo, Madrid, Bruselas, Milán, Londres, Copenhague, Roma, Johannesburgo y nuestra ciudad de México, que por más criticable que pueda ser la estrategia capitalina y tantas cosas que falten por mejorar, ya es un inicio.

El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y palpar la idea de un planeta libre de emisiones fósiles y, por lo tanto, un mundo menos contaminado. Como se mencionó en el Editorial del domingo de La Jornada: Para lograr este propósito no basta con la buena voluntad de los gobiernos participantes en cumbres como las referidas [la COP21]. Se requiere, en cambio, de la acción colectiva de los ciudadanos” y desarrollar estrategias conjuntas e integrales como usar menos autos, consumir menos, reforestar, desarrollar la conciencia social y de comunidad, entre tantas otras medidas que parecieran imposibles, pero ahí están, al alcance del granito arena de todos.

Cuando algunos piensan que el ave de un mundo más ecológico y en armonía con la naturaleza ya voló, iniciativas como la de Oslo encienden una lucecita que se suma a las demás de todo el globo.

Pero esto es tan sólo una opinión..., ¿ustedes qué piensan?, ¿cómo podemos respirar mejor y no ahogar nuestro futuro en un mundo grisáceo e irrespirable?

Una ciudad de México, bajo nivel de precontingencia ambiental. Foto José Antonio López / La Jornada

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