lunes, 18 de abril de 2016

Día Mundial de la Bicicleta... y el LSD



“Cuando veo a un adulto en una bicicleta, no pierdo las 
esperanzas por el futuro de la raza humana”. H.G. Wells


Ciclistas en todo el globo han rodado estos días para festejar a la bicicleta y promover su uso. La Ciudad de México celebró hace una semana con la formación de un velocípedo humano monumental en el Zócalo y el sábado pasado con una megarodada hacia el Bosque de Chapultepec. Sin embargo, el 19 de abril marca el Día Mundial de la Bicicleta, pero por una razón muy particular, más cercana al LSD que al mundo ciclista.

Un 19 de abril, pero de 1943, fue cuando el científico suizo Albert Hoffmann, conocido como El padre del LSD, ingirió expresamente una dosis de 0.25 miligramos de  dietilamida de ácido lisérgico, ya que tres días antes lo había hecho por error, descubriendo sus efectos psicotrópicos.

Cuando la droga comenzó a hacer efecto, el químico le pidió a su asistente que lo llevara a su casa, pero las restricciones de transporte impuestas por la Segunda Guerra Mundial, que no permitían el uso de ningún automóvil, obligaron a que el primer viaje de la historia con LSD fuera en bicicleta.

"Estaba totalmente asombrado por la belleza de la naturaleza. Nuestros ojos ven sólo una pequeña fracción de la luz del mundo. Es un truco hacer un mundo a colores que no existe más que para los seres humanos", Albert Hoffmann
“En el camino a casa, mi condición comenzó a tomar formas amenazantes. Todo en mi campo de visión estaba onduleante y distorsionado, como en un espejo curvo […] Poco a poco pude comenzar a disfrutar de colores sin precedente y formas que persistían incluso con mis ojos cerrados. Imágenes caleidoscópicas y fantásticas surgieron en mí, alternándose, coloréandose y abriéndose y luego cerrándose en sí mismas en círculos y espirales, explotando en coloridas fuentes, reacomodándose e hibridándose en un constante flujo”, relató el suizo más tarde en sus apuntes, que se pueden leer en esta liga con más detalle. 

Aquí dejo una maravillosa animación, premiada en el Festival de Venecia 2009, que muestra aquella travesía ya histórica, de acuerdo con la imaginación de los estudiantes del Departamento de animación del Centro Experimental de Cinematografía de la Escuela Nacional de Cine de Italia, sede Piamonte.


Después del viaje en bicicleta, Hoffmann se dio cuenta del potencial de la droga para la psicoterapia, psiquiatría e investigaciones sobre el cerebro, debido a su naturaleza “intensa e introspectiva”, poco se imaginaba del uso que más tarde le daría el movimiento hippie en los años setenta.

Apenas hace unos días, a más de medio siglo de distancia de la experiencia del experto suizo, se publicó un polémico estudio que refiere que el LSD vuelve al cerebro más “completo” y podría ayudar a sanar y hallar nuevas formas de conocimiento, según investigadores de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Y continúa el debate...

En fin, sin ánimos de más digresión, ¡Feliz día de la Bicicleta! Y que el mundo siga rodando…

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