lunes, 15 de febrero de 2016

“Sobreviví”: la mexicana que cruzó Australia en bici (II)

La mexicana Bertha Corte se convirtió en la primera mujer en atravesar los 15 mil 547 kilómetros del perímetro de Australia sola y en bicicleta

Para leer la primera parte de la entrevista… 

Una noche de impresionante luna llena en el norte de Australia. Nadie a la redonda. Sólo Bertha Corte en un área de descanso. La fatiga la embarga y se prepara para acampar, cuando escucha aullidos que se aproximan. “Tenga mucho cuidado, porque si va sola... así menuda como está, la pueden atacar los dingos”, le viene a la mente el consejo de un policía unos días atrás. Pasan unos minutos y la manada se acerca amenazante. Los perros salvajes muestran sus puntiguados dientes y bramidos como presentación. La única defensa de la activista y ciclista mexicana: su bicicleta, su mochila, su casco y una pequeña fogata.

Empecé a ver los ojitos de los condenados entre los pastizales... Les brillaban con la luz de la luna. Hice un poco de fuego y con la bomba de mi bici empecé a golpear lo más fuerte que pude una cacerolita que traía. Me senté enfrente del fuego con la bicicleta a mis espaldas como barrera, el casco puesto y la mochila. Estaba aterrada. '¡Váyanse!, ¡Lárguense!', les grité desde lo más hondo del estómago sin parar. De las 10 de la noche a las 3 de la mañana, no dejé de golpear la cacerola, hasta que el cansancio me invadió y me quedé dormida”, narra Bertha, la mujer que cruzó Australia sola y en bicicleta en 2013, con el único objetivo de promover la cultura mexicana.

(Parte I de Hazaña, entrevista a Bertha Corte de Saúl Escobedo)

Al final, “sobreviví”, dice aliviada, con el largo y lento suspiro de una persona que verdaderamente salvó la piel. De los variados retos y riesgos a los que se enfrentó a lo largo de los 15 mil 547 kilómetros que atravesó rodando, los más peligrosos fueron el episodio de los dingos y un malaventurado encuentro con aborígenes australianos en el norte del país, zona que ella misma describe como “el inframundo, donde no hay población, sino puro desierto, donde te inunda la soledad y la nada”.

No nos gustan las mujeres. No nos gustan las mujeres blancas y mucho menos las mujeres blancas en bicicleta”, la amenazó una nativa alcoholizada una noche. “Si no me dejas tu bicicleta y te largas, mi gente te va a cortar los brazos, las piernas y los senos y te va a aventar a los perros salvajes para que te coman”, recuerda la intimidación, aún con una voz titubeante la mexicana de pálida tez, quien por segunda vez resguardó su vida al salir rodando a máxima velocidad de aquel lugar, no sin el terror endureciendo sus venas con cada pedaleo.

(Parte II de Hazaña, entrevista a Bertha Corte de Saúl Escobedo)

Entre las peleas con los dingos, los aborígenes y otras dificultades, como cuando en una ocasión le robaron su bicicleta por unas horas, Bertha aprendió a sobrevivir y a “aprovecharlo todo”. Conforme avanzaba por los paisajes australianos, la gente que le preguntaba por su nacionalidad se horrorizaba al saber que era mexicana. “Allá sólo hay narcotráfico, delincuentes, asesinos y corrupción”, le decían. 

Después de mucho escuchar denostaciones hacia México y sus habitantes, fue como “desperté, despertó mi conciencia y encontré mi misión de vida: rodar e ir hablándole a la gente del país extraordinario que tenemos, que va más allá de los cárteles. Hablar de las cosas buenas del territorio mexicano: como un medio ambiente espléndido y una sociedad con un potencial verdaderamente alto”, cuenta la también ecologista.

Tras concluir su hazaña, Bertha vertió todas sus reflexiones y bitácoras de viaje en un primer tomo del libro 15,547, un desafío a la mexicana, cuyas siguientes partes están en proceso. 

Ya en México, comenzó la segunda etapa de su aventura: recorrer el país en bicicleta y rodar un documental sobre su periplo, una empresa para la que aún continúa en busca de fondos.


La mujer de ojos verdes, que se intensifican con un mechón de cabello, maquillaje, aretes, casco y un jersey del mismo color, rodó ya por 2 mil 124 kilómetros del Altiplano mexicano. En octubre de 2014, cruzó en bicicleta de Tijuana a Los Cabos. Un año más tarde, atravesó más de 6 mil kilómetros de Ensenada a Guadalajara.

Con muy escaso presupuesto, continúa la travesía para darle la vuelta al litoral mexicano. “Con mi bicicleta, no necesito más. Requiero de muy poco. Sigo en mi misión de recorrer el país rodando, para cuidarlo, defenderlo y promoverlo”, remata con una mirada vivaz y la pasión que infunde cada una de sus palabras.


El libro 15,547 Un desafío a la mexicana se puede conseguir en la Librería Mandela, en Insurgentes Sur 488, en la Glorieta Chilpancingo, ala Oriente.

Bertha Corte continúa con el proyecto de cruzar el litoral mexicano en bicicleta


domingo, 7 de febrero de 2016

La mexicana que cruzó Australia en bicicleta (I)

Bertha Corte se convirtió en la primera mujer en atravesar el perímetro de Australia sola y sin apoyo
Cling-cling, cruje la bicicleta de segunda mano con el pedaleo incesante de Bertha Corte en una carretera de Australia. Cling, cling, rechinan de coraje e indignación los dientes de la ecologista de 53 años, después de que australianos rechazaron hacer negocios con ella y de varios comentarios desdeñosos hacia los mexicanos porque “son una raza perdida, con la que no vale la pena ni perder el tiempo”. Cling-cling, su cabeza da vueltas: “¿Qué puedo hacer para revertir esta discriminación hacia mi país? Tenemos potencial, tenemos calidad, somos cálidos, solidarios... Necesito involucrarme, trazar un buen proyecto”. Cling-cling... Se aclara su mente: “cruzaré lo más que pueda de Australia en bicicleta, repartiendo información sobre México”.

Fue así como en 2013, Bertha comenzó una hazaña que la llevaría, 10 meses más tarde, a convertirse en la primera mujer en recorrer sola todo el perímetro de Australia en bicicleta: un total 15 mil 547 kilómetros.
Bertha Corte atravesó en bicicleta 15 mil 547 kilómetros del perímetro de Australia
Lo cierto es que desde los 18 años, cuando sufrió un accidente en bici, no se había subido a una que no fuera de spinning. Tampoco había acampado nunca. Pero tenía una idea fija... Así que buscó patrocinios, que no consiguió. Una amiga le regaló un sleeping. Ella misma se cosió unas maletas. Agarró los pocos ahorros que tenía y sin apoyo alguno emprendió la travesía.

No le hice caso a nadie. Con miedo, a los 53 años empecé a pedalear yo solita”, narra la mujer que otrora avocó todas sus energías a impulsar el reciclaje y el manejo de residuos sólidos en el país y al fortalecimiento de la sociedad civil, como Coordinadora Ejecutiva en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El tatuaje que adorna su mano izquierda no se equivoca: son varias aspas, todas en contrasentido, para indicar que es una mujer que avanza siempre a contraviento, según le explicó el indígena maorí que la tatuó después de “asomarse por unos instantes a su alma”, en un ancestral ritual. Y sí... a contracorriente emprendió la pedaleada. Hasta su esposo australiano se opuso: todos los días le enviaba mensajes de que iba a morir, fotografías de ciclistas atropellados en carreteras y hasta la amenazaba con ir con las autoridades y denunciarla porque no tenía la visa adecuada, con tal de que la deportaran y claudicara. Pero no claudicó.

A contracorriente, Bertha pedaleó kilómetros y kilómetros desafiando al inclemente clima australiano
¿De dónde eres?”, le preguntaban mientras avanzaba por el país, a ritmo de entre 75 y 100 kilómetros por día. “¿De México? Allá sólo hay delincuentes, asesinos, narcotráfico y corrupción. Deberías ya mejor aprovechar y quedarte acá”, le seguían impelando al conocer su nacionalidad. Entonces, ella sacaba de la mochila, atada a su portabultos, folletos sobre la belleza del país y hacía su propia “campaña de contrainformación”.

En cada estación de radio, periódico o biblioteca pública que encontraba se detenía y dejaba trípticos sobre México y en algunos daba entrevistas para hablar sobre las “maravillas del país”. La impotencia y la ira que en un primer momento la embargaron, se convirtieron con cada pedaleada en más energía para promover la cultura mexicana.
Conforme avanzaba, sus ahorros se iban agotando e iba perdiendo kilos, hasta llegar a ser casi “un esqueleto viviente, sin masa muscular”.


En la bicicleta cargaba lo más necesario: galletas, sardinas, cacahuates, cinco litros de agua, herramienta básica, una mochila, cinco mudas de ropa, su sleeping, su computadora –que usaba cuando encontraba wi-fi para escribir y subir parte de su aventura a redes sociales– y los 500 volantes de información sobre México que no le podían faltar.

En un momento se quedó sin dinero y como “allá la gente no es tan solidaria como acá”, se sentó a pensar en qué haría. En Facebook, escribió que de verdad quería terminar el trayecto y prometió que si le depositaban 100 pesos, un día publicaría un libro y daría un ejemplar a cada persona que la ayudara. Hicieron el depósito 150 de sus seguidores y con eso fue suficiente para dar la vuelta a Australia.

Tuve miedo todo el tiempo, pero no hubo más que enfrentarlo”, confiesa Bertha, quien luchó contra dormir en la intemperie, el frío, la lluvia, el calor inclemente, y hasta con dingos (perros salvajes) y aborígenes, en un par de ocasiones.

“Tuve miedo todo el tiempo, pero no hubo más que enfrentarlo”, confiesa Bertha
Quizá los kilómetros más difíciles de los casi 16 mil que rodó fueron los últimos 100. “¿Y si no llego. Y si me quedo en el típico 'ya casi' o en el 'ya merito'?”, se convirtió en la más recurrente y acosadora idea del tramo final. Pero entonces respondía con el mayor esfuerzo que le quedaba. Pensaba en la frase muy usada allá “Go hard or go home” (ve al máximo o regresa a casa). Y en vez de volver, llevó al extremo su menudo cuerpo y alcanzó la meta.

Al concluir, emprendió una tarea más que nunca había hecho: escribir su aventura y publicarla en forma de una bitácora de viaje, con fotografías y anécdotas para retratar una verdadera epopeya. El libro 15,547 Un desafío a la mexicana se puede conseguir en la Librería Mandela, en Insurgentes Sur 488, en la Glorieta Chilpancingo, ala Oriente.

No te pierdas la segunda entrega de la historia de Bertha Corte, la mexicana que cruzó Australia en bicicleta, en el blog #2Ruedas.

Para leer la segunda parte de la entrevista...

lunes, 1 de febrero de 2016

'Apps' para ciclistas

Todo ciclista guarda en alguno de sus bolsillos una herramienta que no le puede faltar: su celular. ¿Cómo convertirlo en un aliado al rodar? En esta entrada, damos un vistazo a sencillas aplicaciones para el mundo de la bicicleta, que te permitirán buscar y trazar rutas, registrar tus trayectos y tiempos, competir con otros usuarios en tiempo real, conocer más sobre primeros auxilios, aprender a reparar tu bici tú mismo, pedir auxilio en caso necesario y hasta conocer la disponibilidad de las Ecobici.


Ésta es la app y red social que no te puede faltar si vas hacia tu trabajo, a entrenar, al paseo dominical, a la montaña, a carretera o a donde quiera que vayas en bicicleta. Es una de las herramientas más populares tanto para corredores como para ciclistas amateur y profesionales.

Si quieres contar los kilómetros que recorres, no necesitas invertir cientos de pesos en un odómetro, con tan sólo descargar esta aplicación, podrás registrar tus recorridos y tiempos vía GPS, compararlos con los de otros días, medir tu avance y retarte a ti mismo al inscribirte en metas y carreras en tiempo real.

Los parámetros que podrás registrar son: mapa, altura (desnivel), velocidad (promedio mínimo y máximo), tiempo y potencia. Te permitirá también publicar tus logros y compararlos con los de otros usuarios o simplemente mantenerlos en privado.



Si eres usuario de Ecobici, necesitas esta aplicación. Te permitirá encontrar la estación más cercana de servicio y ver el mapa de ciclovías de toda la ciudad, además de la disponibilidad de bicicletas en tiempo real. Podrás trazar recorridos y registrar la distancia, tiempo y velocidad entre estación y estación. Si tienes algún incidente, no dudes en registrarlo.



No está de más tener esta sencilla, pero muy completa app, para saber qué hacer en caso de un accidente. Incluye animaciones, videos, referencias, casos e información sobre primeros auxilios. 



Los mapas de Google, que tantas veces nos sacan de aprietos cuando vamos en automóvil o caminando, también pueden ser muy útiles en bicicleta. Te mostrarán caminos y rutas aptas para rodar.

Esta aplicación calculará un tiempo estimado entre tu punto de inicio y el final, además de ofrecerte rutas alternativas, así como los pasos punto por punto para alcanzar tu destino.



En ella encontrarás una comunidad de un millón 765 mil 704 usuarios que exploran y comparten 4 millones 32 mil 809 rutas en todo el mundo, según los datos más recientes. Puedes crear tus propios trayectos GPS y subirlos en la plataforma de forma sencilla. También tiene mapas sin necesidad de conexión 3G.



¿Buscas nuevas rutas? Esta aplicación es lo que te hace falta... Cuenta con más de 800 mil trayectos en todo el mundo y como usuario puedes añadir nuevos de forma continua, para que otros puedan seguir tus pasos.



¿Tienes una urgencia para reparar tu bicicleta y no sabes cómo, con todo y que traes cargando tu herramienta? ¿Son las 7 de la mañana y los talleres están cerrados? Quizá esta app te pueda salvar, al menos momentáneamente. Con sus fotografías súper detalladas y sus consejos y trucos sobre los problemas más comunes, te puede ayudar en más de una ocasión. Además, cuenta con una lista para comparar los precios de refacciones de distintas marcas.



Cuántos de nosotros hemos querido comprar una bici sin estar seguros de cuál es la que nos queda... Y por más que el vendedor nos explique, a veces no quedamos satisfechos... Esta app es la primera que te permite medir tu geometría anatómica para que elijas la bicicleta perfecta para ti.



Si vas a rodar solo, no es nada mala idea tener esta aplicación en tu celular. En caso de urgencia, basta con picar un botón y se enviará un mensaje pidiendo ayuda a una lista predeterminada de las personas a las que contactarías en caso de emergencia. El llamado incluirá las coordenadas exactas en las que te encuentras.



¿Tienes una bicicleta que no usas? ¿Buscas una tan sólo para rentar? Spinlister es una buena opción. La aplicación permite alquilar bicicletas. Los propietarios las pueden rentar ocasionalmente a turistas que buscan conocer la ciudad en dos ruedas o a aficionados que no tengan una propia por alguna razón.


Ahora, ciclistas, es tiempo de liberar espacio en el celular y probar las aplicaciones más útiles...